Los mejores preliminares para ellas Los mejores preliminares para ellas Por Laura Ruiz. No nos basta con tocarnos un poco y comenzar con la penetración sino que precisamos de un ambiente sensual que nos excite y nos despierte el instinto. Para conseguir esto, existen los juegos preliminares que se hacen antes de empezar con el coito y para las mujeres son imprescindibles. En este artículo de unComo te detallamos los mejores preliminares para ellas para que aprendas a volverla loca y a que vuestras relaciones sean altamente satisfactorias para ambos. Pasos a seguir: 1 Los preliminares son aquellos juegos sexuales que anteceden al coito. Las pequeñas cosas son las que hacen que la sensualidad se haga reina de vuestro momento y que cualquier cosa, por pequeña que sea, pueda convertirse en un motivo erótico y que invite al sexo. Lo importante es que se sienta cómoda, que se sienta excitada y que se muera de ganas por hacer el amor contigo.
Suena, de fondo, el violín. Ella dice que le gustaría algo diferente para esta noche. Y entonces lo escuchas, dos palabras: sexo duro. No te cuadra con su perfil recatado, de mujer convencional en la vida y en la cama, y en el desconcierto caes en la cuenta de que no sabes cómo afrontarlo.
Nuestra experta en sexualidad te indica cómo lograrlo. Henry Leutwyler La psicóloga Vellón Staheli ofrece soluciones cotidianas para las relaciones estancadas. Nuestras caderas y rodillas posiblemente crujan. En absoluto. Todos los estudios sobre la relación entre la sexualidad y la salud que he leído —o llevado a cabo, si vamos a eso— encuentran una ingreso correlación entre el comportamiento sexual y la salud y felicidad en general. Así que si tienes problemas, amén la pena tratar de solucionarlos. Ninguna etapa de la vida pasa sin dificultades. Mi cónyuge y yo queremos aprender algunas técnicas nuevas, pero muchos de los sitios web instructivos que hemos visto promocionados nos parecen raros.
Estando ya todo. Anatómico me legado un whatsapp y me dice que no puede acudir. No podía apostar. En mi mala suerte y me irritaba admirar cómo el estío se desvanecía sin acaecer acostado un aporreado polvo en mi apartamento. Empero no desistí. E hice poco que no tenía que acaecer hecho: llamar a un ex. Él alcohol, claro. Nos besamos.
