Enviado por Dexeus Mujer 22 Sep, Sexualidad y pareja 5 Una de las razones del éxito de la escritora Elisabet Benavent, y en particular de Valeria, la serie española inspirada en sus novelas, es que habla del deseo y del placer sexual —que describe abiertamente—desde el punto de vista femenino. También es importante conocerse a uno mismo. En general, suelen asociarse a las zonas que presentan una mayor densidad de terminaciones nerviosas y, por ello, mayor sensibilidad. Pero no es así, o no del todo así. Los labios son una zona especialmente erógena, tanto para los hombres como para las mujeres, y hay otras partes de su cuerpo que podemos estimular para despertar su deseo, como la zona perianal y el cuello.
Es necesario innovar y explorar nuevos destinos del mapa del placer para acarrear a la otra persona a un clímax inesperado y satisfactorio. Aunque el exceso de confianza en ocasiones deriva en que siempre nos movamos por los mismos sitios en los que tenemos el acierto en bandeja. Estés o no emparejado, no te acomodes. El roce de cuerpo con cuerpo en sí suele ser excitante empero si tenemos en cuenta el eficacia que tienen nuestras manos sobre la piel de la otra persona, podremos utilizarlas con cabeza. Podemos activar cada parte del cuerpo con una simple caricia, un abrazo o un amasamiento. Aquí se muestran cinco zonas erógenas femeninas por las que deberías acercarte, a ver qué se cuece. La cabeza y el cuero cabelludo Los masajes en el pelo resultan siempre agradables.
Comparte: Por suerte, hoy en día la conversación en torno a los juguetes sexuales y el placer femenino comienza a ser habitual: las mujeres se atreven a explorar su cuerpo y sus placeres, y los juguetes algo a poco forman parte de la vida sexual de las personas, ya sea que se usen en yermo o en pareja. Incluso, durante el confinamiento por la pandemia en algunos lugares se incrementaron las ventas. Para contribuir a la conversación, platicamos con nuestras amigas de CHERISH sobre algunas dudas comunes a propósito del placer femenino, para agarrar el toro por los cuernos. Todos los cuerpos sienten placer. Independiente de lo que tengamos entre las piernas. La realidad es que las mujeres somos capaces y tenemos el derecho a sentir y vivir nuestro placer de distintas formas. Y no se requieren manuales, guías ni instructivos especializados, sino momentos para vivir la exploración.