Cuando terminé de vestirme y acicalarme, me dirigí todo caliente y morboso al susodicho pub liberal. Aquello parecía un club cerrado, pues hube de llamar a la puerta y abrieron una pequeña ventana que había en la puerta, al ver que yo tenía atractiva presencia, me permitieron penetrar en el pub. Comencé a beber lenta y pausadamente y percibí que en aquel pub nada se movía. Pasaban los segundos morosamente y al cabo de cuarenta minutos cuando ya estaba a punto de irme por hastío y aburrimiento, la tetona dueña me llamó: —oiga Ud. Yo enfilé mi corto camino hacia la mujer que me esperaba de pie y me puse a bailar con ella.
Las cosas no podían seguir así. En la empresa para la que trabajaba habían despedido a un compañero y la sobrecarga de faena era cada vez mayor, por lo que aquella insoportable situación no tenía visos de mejorar. La presión en la administración estaba afectando a mi vida elenco. No sólo a mí individualmente, si no también a la relación con mi hija y con mi esposo. Estaba siempre agotada, siempre irascible. Tarde o temprano acabaría pasando factura todavía a mi estado de salud.
Ello puede depender de la voluntad de ambas partes de trabajar por el bien de la relación. Cosas que puedes hacer para recuperar la confianza perdida No le pidas a tu pareja que confíe en ti. Especialmente si le heriste profundamente causando su desconfianza. Debe existir congruencia entre tus palabras y acciones.