Sin embargo, es algo completamente subjetivo. Sin embargo, no todo lo relacionado con la belleza es bonito. Pero créenos, hay muchísima bellezano sólo en cada uno de nosotros, sino también en nuestro día a día. La belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y adorarla. Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso. La belleza de la mujer se halla iluminada por una luz que nos lleva y convida a contemplar el alma que tal cuerpo habita, y si aquella es tan bella como esta, es imposible no amarla. La belleza que atrae rara vez coincide con la belleza que enamora.
Recuerda que el envejecimiento, por sí mismo, no es la causa de una disminución en el interés o la capacidad de respuesta sexual de una mujer. Esta terapia es muy eficiente para prevenir o combatir la desafuero urinaria, que afecta a muchas mujeres en este periodo de su biografía. Habla con tu pareja Esto es bueno a cualquier edad y en cualquier momento de una relación, empero sobre todo cuando se producen cambios físicos o psíquicos. Pon a ejercicio tu creatividad El sexo no es solo penetración, y hay muchas formas de dar y conseguir placer, con y sin pareja. Inténtalo con estímulo manual y masajes, sexo oral , literatura erótica, baños relajantes y sensuales, etcétera.
Otro precursor que preparó la venida de Cristo fue el profeta José Smith. El presidente Joseph Fielding Smith observó: Malaquías habla de que el Señor enviaría a su mensajero a preparar el camino delante de El, y aunque esto se refiere a la venida de Juan el Bautista, ésta es una de las profecías de las Escrituras que tienen doble brindis. Se refiere también a la advenimiento del profeta José Smith, porque ese mensajero que vendría y prepararía el camino delante de El vendría en esta época. Vino, y por dirección de mensajeros santos estableció el amovible para el reino de Dios y de esta obra maravillosa y de este prodigio, a fin de que el mundo pudiera estar preparado para la segunda venida del Señor. Véase Doctrina de salvación, ; ; D.