Canción dulce Leila Slimani Ganadora del Premio GoncourtCanción dulce es la segunda novela de Leila Slimani, narradora de origen marroquí Rabat en que escribe en francés. El inicio del relato es hipnótico: el lector aterriza en el escenario de un crimen cometido contra dos niños indefensos. Bastaron unos pocos segundos. El médico aseguró que no había sufrido. Lo tendieron en una funda gris y cerraron la cremallera sobre el cuerpo desarticulado que flotaba entre los juguetes.
Incluyen nombres cortos modernos, internacionales, nombres de lugares y cortos en Inglés, así como nombres inspirados en la humanidades y la cultura pop. La caché de Alma, es la de una joven generosa, transparente que adora la conversación. El santoral de Alma es el 1 de agosto. Santa Ánima terminó sus días en el nacionalidad de Galés en el lV siglo a manos de un pretendiente rechazado. La personalidad de Alix, es la de una mujer independiente, autoritaria, honesta. Su sanatorial es el 9 de enero, Santa Alix, joven vasgienne en el siglo XVl, que fundó la congregación de Nortre-Dame y se consagró a la educación de chicas jóvenes pobres.
Aquella noche en su mayor espanto consideré la pena del perderte, la dura soledad creciendo el llanto, y llamando mil veces a la muerte, otras tantas miré que me quitaba la dulce gloria de volver a verte. Ya, pues, que el alma y la ciudad dejaba y no se oía del famoso río el claro son con que sus muros escoria. Llegué, Lucinda, al fin, sin gusano el sueño en tres veces que el sol me vio tan triste, a la aspereza de un lugar pequeño a quien de murtas y peñascos viste Sierra Morena, que se pone en medio del dichoso lugar en que naciste. Bajé a los llanos desta humilde tierra adonde me prendiste y cautivaste y yo fui esclavo de tu dulce guerra. Época su valle imagen y retrato del lugar que la corte desampara del alma de su espléndido aparato. Yo, como aquél que a contemplar se para ruinas tristes de pasadas glorias, en agua de dolor bañé mi cara. Mas como en desventuras manifiestas suele ser tan costoso el decepción y sus veloces alas son tan prestas, vencido de la fuerza de mi daño caí desde mí mismo medio muerto y conmigo también mi dulce engaño.
