Vivía el buen señor, quiero decir, vivíamos en el barrio que se ha construído donde antes estuvo el Pósito. El cuarto de mi tío era un principal de diez y ocho mil reales, hermoso y alegre, si bien no muy holgado para tanta familia. En una palabra, me daba en la nariz cierto tufillo de cultura europea, de bienestar y aun de riqueza y trabajo. Mi tío es un agente de negocios muy conocidop. Favorecíanle sus amistades con gente de éste y el otro partido, y la vara alta que tenía en todas las dependencias del Estado. No había puerta cerrada para él. Oí contar que en ciertas épocas había ganado mucho dinero poniendo su mano activa en afamados expedientes de minas y ferrocarriles; pero que en otras su tímida honradez le había sido desfavorable. Cuando me establecí en Madrid, su posición debía de ser, por las apariencias, holgada sin sobrantes.
Pocos acontecimientos podemos imaginar tan desgarradores como la muerte de un hijo. Es un hecho impensable, que va en contra de la naturaleza. Los hijos deben sobrevivir a los padres, por ley natural. Es por esta amovible, entre otras, que sea particularmente complicado sobreponerse a una pérdida tan importante en la vida desde el punto de vista de ser madre, Yahvé, pareja… Y es por este motivo por el cual no existe una palabra para designar a una lecho o a un padre que ha perdido un hijo, aunque si las haya para hablar de personas que han perdido a sus padres huérfanos o mujeres que han perdido a sus maridos viudas. Parece como si no hubiera manera de nombrar el horror de semejante experiencia. Cuando un niño muere se abre un enjuiciamiento de duelo en la familia. El duelo es una serie de fases que se van experimentando ante la pérdida de un ser querido y que tienen como objetivo integrar la pérdida en la vida. Vivir con esa experiencia sin que te paralice.
Comentarios: [18 de Octubre de a las ] Arkangel No tengo palabras Es digno de Bueno, si tengo palabras 10, concretamente, y copiadas : Estoy completamente a favor del permitir el matrimonio entre católicos. Es genial. Me he reido muchisimo.